Descripción

El papel sulfurizado tiene una historia curiosa, pues mucha gente (y artistas en concreto) no sabrían vivir sin él y otros muchos, ni siquiera conocen de su existencia.

Este papel está tratado con un baño de ácido sulfúrico. Esto no lo convierte en un producto tóxico, en absoluto, de hecho hay mucha gente que lo emplea dentro del mundo de la cocina y la hostelería.

Entre las prestaciones de este producto cabe destacar:

Patrones temporales

Siguiendo el hilo de la costura, los diseños, los dibujos arquitéctonicos y las manualidades,  el papel sulfurizado es muy útil para hacer y repetir infinidad de veces un mismo patrón.

Al ser tan translúcido es muy fácil calcar sobre él figuras una y otra vez. Además, es lo suficientemente consistente para poder ser utilizado y transportado unas cuantas veces como patrón. Sobre él se pueden hacer todas las rectificaciones necesarias antes de pasarlo a un cartón de patronaje o cartulina definitiva.

Como embalage

Seguro que en más de una ocasión nos hemos llevado a casa una bolsita o una bandeja del horno con un papel blanco muy fino y resistente…. Eso es exactamente lo que se puede conseguir con el papel sulfurizado.

Puedes utilizarlo como embalaje, quedará artesanal a la par que profesional otorgando un punto de distinción al envoltorio.

Como protección en el proceso de horneado y el planchado.

Con el papel sulfurizado podemos proteger las bandejas de horno cuando vayamos a hacer una cocción de barro, cerámicas o porcelanas.

Y como resiste muy bien las altas temperaturas puede ser muy buen aliado de nuestra plancha. Para todas esas veces que terminamos de pintar un tejido y tenemos que planchar pero no nos atrevemos a poner la plancha directamente sobre la pieza, o simplemente para planchar prendas que dejan brillos… Un recorte de papel sulfurizado nos ayudará.